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Ecografía basal: recuento de folículos antrales para conocer la reserva ovárica

Ecografía basal: recuento de folículos antrales para conocer la reserva ovárica

El recuento de folículos antrales (RFA) constituye una de las primeras pruebas a realizar en una mujer en estudio por infertilidad. Se trata de una ecografía transvaginal en la que se evalúan el número de folículos – estructuras quísticas que forman los óvulos durante su proceso madurativo – que la mujer presenta en un ciclo menstrual, y que a su vez se relaciona con la reserva ovárica.

¿Qué es una ecografía basal?

La ecografía basal es la valoración del estado del útero y los ovarios al inicio del ciclo menstrual, en general, durante los primeros 5 días del mismo, mediante la realización de una ecografía transvaginal.

¿Qué son los folículos antrales?

Los folículos antrales son estructuras quísticas, es decir, de contenido líquido, que forman los ovocitos en las primeras fases de su maduración en respuesta a la secreción de la hormona folículo-estimulante (FSH).

En un ciclo menstrual normal, un número variable de óvulos inicia su desarrollo y se pueden apreciar como pequeños quistes de entre 2 y 10 milímetros en la ecografía ginecológica. Posteriormente, según avanza el ciclo y en general a partir del 8º día, uno de esos folículos dominará sobre el resto, aumentará de tamaño hasta los 18 – 27 milímetros y producirá la hormona estradiol, que a su vez va haciendo crecer el endometrio en el útero para albergar el embarazo. Finalmente, el aumento de estradiol estimula la secreción de hormona luteinizante (LH), que desencadenará la ruptura del folículo dominante dando lugar a la ovulación, en la que el óvulo ya maduro puede ser captado por las trompas y fecundado por un espermatozoide. El folículo vacío se colapsará formando el cuerpo lúteo, que produce progesterona para mantener un posible embarazo, y si éste no se produce terminará reabsorbiéndose y desencadenará la regla ante la caída hormonal.  

Los folículos antrales que no han madurado también se reabsorberán, desapareciendo por un proceso llamado atresia folicular.

¿En qué momento del ciclo se debe realizar la ecografía basal para valorar los folículos antrales?

En general, el mejor momento para valorarlos es entre el 2º y el 4º día de sangrado menstrual; aunque algunos estudios han demostrado que igualmente pueden ser valorados en la segunda mitad del ciclo sin perder poder predictivo para la evaluación de la reserva ovárica.

¿Qué número de folículos antrales es normal?

Como ocurre con la reserva ovárica, el número de folículos antrales se correlaciona con la edad, y de ella depende lo que consideramos normal. En una mujer menor de 35 años deberíamos ver al menos 10 folículos antrales entre los dos ovarios, y por debajo de 5-7 se considera baja reserva ovárica.

¿Pueden variar de un mes a otro los valores de los folículos antrales?

El recuento de folículos antrales como test de reserva ovárica tiene algunas limitaciones, existiendo variaciones entre ciclos, aunque en general pequeñas; y es por este motivo por lo que suele combinarse con el valor de la hormona antimulleriana (AMH) que no experimenta estas fluctuaciones. Además, es una técnica operador-dependiente, por lo que precisará de un ginecólogo entrenado y un ecógrafo de alta resolución.

¿Para qué sirve la ecografía de folículos en momento basal? ¿En qué casos está indicada?

La ecografía basal en los primeros días de ciclo tiene un valor pronóstico en la infertilidad. Nos ayuda a predecir la respuesta ovárica en las pacientes que deben someterse a un proceso de estimulación ovárica y posterior fecundación in vitro (FIV), y con ello a estimar la posibilidad de embarazo en ese tratamiento. Dependiendo de la reserva ovárica, así como otras características de la paciente (edad, índice de masa corporal, respuesta a ciclos previos, e incluso a veces perfil genético), planificaremos el tratamiento más adecuado para ella. Además, al inicio de la estimulación ovárica nos permitirá comprobar la situación de reposo ovárico, esto es, que no existe ningún quiste residual en los ovarios que pueda interferir con la medicación.

Por otra parte, el recuento de folículos antrales puede hacerse en mujeres no infértiles menores de 40 años permitiendo un asesoramiento individualizado de sus opciones reproductivas, ya que cuando es bajo, nos indica un riesgo aumentado de menopausia a 5 años.

Recuento de folículos antrales como predicción de la reserva ovárica

El recuento de folículos antrales se considera uno de los mejores tests de reserva ovárica, siendo no invasivo y relativamente sencillo de realizar.

Llamamos reserva ovárica a la cantidad de óvulos disponibles en un momento determinado en el ovario de una mujer, siendo variable en el tiempo ya que los óvulos se producen en la vida fetal y no vuelven a regenerarse tras el nacimiento, de manera que se van consumiendo progresivamente hasta la menopausia.

Es importante aclarar que la reserva ovárica no se relaciona con las posibilidades de embarazo natural, para lo cual se necesita madurar un único óvulo al mes como ocurre en el ciclo normal; pero sí se asocia a las posibilidades de embarazo en FIV ya que en el proceso de estimulación ovárica aprovechamos ese reclutamiento “en exceso” que hace el ovario todos los meses para madurar varios óvulos a la vez y así multiplicar las posibilidades de embarazo. De esta forma, tampoco la estimulación ovárica daña la reserva ovárica, ya que utiliza los óvulos que en ese ciclo estarían destinados a perderse por atresia.

Por último, como se ha comentado antes, la reserva ovárica también nos indicará el riesgo de menopausia en los próximos 5 años.

¿Qué otras pruebas diagnósticas pueden valorar la reserva ovárica?

La hormona antimulleriana (AMH) producida en el ovario y valorable mediante una analítica de sangre, junto al recuento de folículos antrales, se considera el mejor test en la actualidad para estimar la reserva ovárica. Ambos son test cuantitativos, nos hablan de número de óvulos, pero no de calidad, para cuya determinación no se dispone de ningún test actual y de nuevo está muy relacionada con la edad.

Otros tests, como la hormona FSH basal en los 5 primeros días de regla, pueden usarse para valorar la reserva ovárica. Como se explicaba anteriormente, la FSH estimula los folículos que contienen los óvulos para su maduración. Cuando el ovario se encuentra en una situación de agotamiento, la FSH aumenta para intentar compensarlo, lo cual puede demostrarse analíticamente incluso varios años antes de que se produzca la menopausia. Así también, la disminución de flujo sanguíneo ovárico en la ecografía, y el acortamiento mantenido de los ciclos, pueden hablarnos de una reserva ovárica comprometida.

Dra. Esperanza de la Torre, ginecóloga en Instituto Bernabeu

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