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Cáncer ginecológico y maternidad: entrevista con la Dra. Lydia Luque

Cáncer ginecológico y maternidad: entrevista con la Dra. Lydia Luque

Hoy os ofrecemos esta interesante entrevista que hemos mantenido con la Doctora Lydia Luque, ginecóloga especialista en medicina reproductiva y coordinadora médica de Instituto Bernabeu en Albacete.

Durante la misma, la doctora nos ofrece respuesta a muchas de las dudas que nos trasladáis sobre cáncer ginecológico y fertilidad y nos orienta sobre cómo afrontar la maternidad antes, durante y tras un tratamiento contra el cáncer.

¿Cuáles son los tipos de cáncer más comunes en las mujeres y cómo pueden los tratamientos contra el cáncer afectar a la fertilidad?

De forma global, los tumores más frecuentes en mujeres son: en primer lugar, el de mama, seguido de colon y en tercer lugar de pulmón.

En los hombres, los tumores más frecuentes son los que afectan, en primer lugar, a la próstata, seguido de los que afectan a pulmón. Pero esto no es igual en todas las etapas de la vida, de tal manera que, en la franja de edad entre 15 y 24 años, los tumores que afectan a la sangre, como son leucemias y linfomas, tumores testiculares y tumores tiroideos, son los más frecuentes. En la banda de edad de entre los 25 39 años, los tumores más frecuentes son los de mama y de tiroides.

Como podéis ver, estas enfermedades neoplásicas afectan a personas jóvenes y a veces muy jóvenes que todavía no han cumplido su deseo genésico. Hay que tener en cuenta que los tratamientos oncológicos han llevado a que estos pacientes tengan no sólo una mayor supervivencia, sino también una mayor calidad de vida.

Pero muchas veces no es el propio tumor el que produce el daño reproductivo posterior, son los tratamientos que inevitablemente se tienen que utilizar, como son las cirugías, por ejemplo, que conllevan a veces la extirpación de ovarios o testículos, el uso de radioterapia que afecta, no solamente a las células cancerosas, sino también a las normales, o el uso de quimioterapia con la administración de fármacos que se denominan gonadotóxicos, es decir, que afectan tanto a la función del ovario como a la función testicular.

¿Es posible que una mujer pueda ser madre tras un cáncer?

El concepto clásico de: antecedente de cáncer igual a contraindicación de embarazo, es un concepto obsoleto. Una vez finalizado, los tratamientos oncológicos, las mujeres pueden acceder al embarazo de forma espontánea o con ayuda de la reproducción asistida. ¿Cuánto tiempo esperar para buscar embarazo una vez finalizado el tratamiento oncológico? Esto va a depender del tipo de tumor, del tratamiento recibido y de su duración y también de la edad de la mujer.

En términos generales, transcurridos dos años, la inmensa mayoría de las mujeres pueden acceder al embarazo de forma segura. De hecho, hay evidencia científica publicada que demuestra que las mujeres que gestaron bien, de forma espontánea o con tratamientos de reproducción asistida no presentaron mayor índice de recaídas tumorales.

¿Cómo puede la medicina reproductiva ayudar a las pacientes con cáncer? ¿Cómo ha evolucionado la disciplina en este sentido?

Lo ideal es que en el momento en que una persona es diagnosticada de una enfermedad tumoral, tenga la opción de pensar en tratamientos que puedan preservar su fertilidad para una paternidad o maternidad posterior.

En el caso de las mujeres, la técnica más utilizada es la criopreservación de óvulos, y esto se aplica no solamente a enfermedades tumorales, sino a cualquier enfermedad que requiera tratamientos farmacológicos que puedan dañar los ovarios.

En el caso de los hombres, lo ideal es hacer una preservación de espermatozoides obtenidos mediante muestras de semen.

La criopreservación, bien de óvulos o espermatozoides, en esta situación tan difícil que están pasando estas personas tiene un valor añadido y es que alivia su incertidumbre y sus miedos a lo que va a ocurrir con posterioridad. De tal manera que las personas pueden centrarse en esa fase del tratamiento oncológico y a la vez tener una ilusión y un apoyo para su paternidad posterior, aumentando la posibilidad de tener descendencia con gametos propios.

¿Existe un riesgo de que el cáncer se transmita a los hijos de una mujer que ha tenido la enfermedad, y cómo se puede abordar esta preocupación?

Esta es una inquietud o más bien una preocupación lógica, ¿van a heredar mis hijos mi cáncer? Hay que tener en cuenta que sólo el 5% de los tumores en general son denominados hereditarios, eso significa que el 95% no lo son. Por otra parte, el tener un familiar o varios familiares que hayan padecido tumores no significa que yo lo voy a padecer o mis hijos lo van a parecer.

Se hereda una susceptibilidad o un riesgo de padecer, no se hereda el tumor en sí. También hay que tener en cuenta que en las familias que presentan estas mutaciones relacionadas con diversos tumores o tumores concretos, no solamente pueden compartir esa herencia genética, sino que también han compartido factores ambientales que pueden influir en la incidencia del tumor en unos familiares sí y en otros no

Por lo tanto, una minoría de los tumores son hereditarios, la inmensa mayoría de las mujeres que han padecido cáncer no van a transmitir ese riesgo a su descendencia. Es importante que en familias en las que hay una prevalencia mayor de determinados tumores se realice un consejo genético. Esto incluye muchas veces la realización de test genéticos para detectar determinadas mutaciones y muchas de estas personas con antecedentes de cáncer en sus familiares no van a presentar dicha mutación y por lo tanto no heredan el riesgo.

Por ejemplo, en el tumor más frecuente en la mujer, que es en el de mama, solo el 10% de los casos son hereditarios. De ese 10%. Un 3% corresponde a los a los genes mutados más conocidos, que son los que se denominan BCRA uno y dos. En el caso del tumor más frecuente en mujeres, que es el de mama, se estima que de forma global una de cada ocho mujeres va a padecer un cáncer de mama a lo largo de su vida.

Pero de todos estos tumores solo el 10% tienen carácter hereditario. De este 10%, una de las mutaciones más conocidas son las relacionadas con los genes mutados BCRA uno y dos y corresponde a un 3% de estos tumores hereditarios. Esto quiere decir que el que una mujer haya padecido cáncer de mama en la inmensa mayoría de los casos no va a producir un riesgo aumentado en su descendencia.

Es más, aún en el caso en que efectivamente una mujer haya heredado dichas mutaciones, existe un tratamiento específico de reproducción asistida por el cual se pueden detectar cuales embriones están afectos de esa mutación, realizando un tratamiento de fecundación in vitro con el que se denomina diagnóstico preimplantacional, realizando biopsias a los embriones y detectando esas mutaciones específicas.

Hay una extensa evidencia científica acumulada que demuestra que los hijos de padres que han padecido cáncer no van a heredar el tumor.

¿En qué medida afecta el estado emocional de la paciente? ¿qué tipo de ayuda puede recibir en estos casos?

Cuando una persona recibe la noticia de que tiene un cáncer, entra en shock. Las emociones más inmediatas son la incertidumbre y el miedo. No saber qué va a ocurrir. Todas estas sensaciones hacen sufrir a la persona, pero esta incertidumbre disminuye notablemente cuando la persona es informada de forma adecuada y recibe la noticia: “Si, tienes un cáncer, pero te vamos a tratar”.

Desde el punto de vista emocional, es fundamental que la persona no oculte esta información a sus familiares más próximos y que lo comunique cuando entienda que es el momento más oportuno.

El apoyo familiar va a mejorar y ayudar a normalizar la vida de estas personas en estas fases tan difíciles. Otro pilar fundamental es el apoyo psicológico por psicólogos especializados que ayudan a gestionar y aprender conductas positivas, a no abandonar la vida cotidiana y aprender con esta situación.

Otro punto importante son las fuentes de información, es frecuente que cuando una persona es diagnosticada de cáncer, busque en páginas de Internet todo lo relacionado con su tumor.

Es esencial que sean páginas veraces y de prestigio y además es importante que toda información recabada sea contrastada con el médico que les está atendiendo.

¿Por qué es importante que los médicos informen a las pacientes sobre la posibilidad de conservar sus ovocitos antes de comenzar el tratamiento contra el cáncer?

La falta de información sigue siendo uno de los factores más frecuentes para que las mujeres, no criopreserven óvulos. “Si yo hubiera sabido esto”, es una frase que he oído múltiples veces en la consulta.

¿Por qué es importante informar a las mujeres sobre la opción de preservar ovocitos? En primer lugar, porque es posible y más aún, porque es seguro. El tratamiento de la cría y preservación de ovocitos no perjudica ni modifica el pronóstico de estas pacientes. Afortunadamente, hay cada vez más especialistas que informan y derivan a estas mujeres a las unidades de fertilidad. De hecho, hay múltiples guías y comités de tratamientos oncológicos, tanto nacionales como internacionales, que instan a que los pacientes sean informados de una manera amplia para que sean ellos los que tomen la decisión de si quieren criopreservar o no óvulos o espermatozoides en el caso de los hombres.

Las mujeres tenéis la posibilidad de solicitar esta información previa al tratamiento si vuestro médico no lo realiza. Así dejaremos de escuchar en las consultas: “Si yo hubiera sabido esto…

¿En los casos de cáncer en el varón qué opciones existen para poder ser padre tras superar la enfermedad?

Lo ideal es que esto se realice antes de recibir los tratamientos. Una vez finalizado el tratamiento oncológico, se hará una valoración de su calidad seminal y dependiendo de los resultados se pueden optar por diversas técnicas de reproducción asistida, como son la micro inyección espermática o en el caso que el varón haya quedado a azoospérmico, es decir, que no haya presencia de espermatozoides en el eyaculado, se puede recurrir a la punción, aspiración o biopsias testiculares.

Todas estas técnicas tienen excelentes resultados y dan la posibilidad a estos hombres de tener descendencia con sus espermatozoides.

¿Hay alguna manera de adelantarnos al cáncer? ¿Qué pruebas puede hacerse una mujer de que se le detecte la enfermedad para tomar decisiones?

Adelantarnos al cáncer es muchas veces difícil y complicado, pero sí que es cierto que hay consejos generales para cualquier persona que se sabe están relacionados con una menor prevalencia de determinados tumores y el primero, es obvio mantener unos hábitos de vida saludables, una alimentación correcta, un poco de ejercicio físico.

Otro consejo es que, si en una familia hay antecedentes de tumores en uno o varios familiares, es aconsejable realizar un consejo genético y el especialista que le haga al consejo valorará si es necesario ampliar los estudios y realizar los test genéticos de determinadas mutaciones según el caso particular. Por otra parte, existen unos programas nacionales de cribado o de detección precoz determinados tumores.

Los más conocidos es la realización de mamografías en mujeres en población general los test de detección precoz para cáncer de colon o de próstata en hombres.

El consejo concreto para las mujeres es que realicen sus revisiones ecológicas periódicas con la realización de citologías, ecografías de útero y ovario, ecografías mamarias cuando esté indicado y por supuesto, hacerse las mamografías periódicas según el plan que establece la Asociación Española contra el Cáncer.

En el caso de los hombres es distinto porque los hombres no están acostumbrados a realizar chequeos o revisiones de rutina, pero no estaría de más que a partir de determinadas edades realizar pruebas muy sencillas como es la realización de un seminograma o realizar una revisión por urología. Esto es importante porque permitiría adelantar el diagnóstico de algunas situaciones que por baja calidad seminal van a disminuir el potencial reproductivo de estos hombres y más aún en las exploraciones urológicas se pueden detectar de forma más precoz tumores testiculares con la importancia pronostica que esto conlleva.

Lo primero que debe hacerse es una historia clínica exhaustiva. Recabando todos los antecedentes familiares y personales de esta mujer.

Las pruebas realmente son rápidas, es realizar una ecografía vaginal para determinar cómo está el recuento de folículos ovárico y un en sangre para determinar una hormona importante del ovario antimulleriana que junto con la ecografía nos permite estimar lo que denominamos reserva ovárica.

Con estos parámetros podemos establecer la pauta de tratamiento y las dosis de fármacos y podemos iniciar el tratamiento de conservación de ovocitos ese mismo día y en cualquier fase del ciclo.

Estas pruebas son rápidas, eficientes y permiten en un tiempo corto realizar la criopreservación de óvulos. De esta manera no demorar el inicio del tratamiento oncológico que haya estimado o especialista.

¿Qué destacaría de su experiencia en IB tratando a mujeres con cáncer?

En mi experiencia personal, lo que veo es que las mujeres agradecen recibir la información de esta opción. Es fundamental que ellas tengan la decisión final de si quieren crio, preservar o no, y todavía no he visto a ninguna mujer que se arrepienta de realizar este tratamiento.

No solamente les alivia parte de su incertidumbre y miedo de lo que va a ocurrir después, sino que estamos hablando de proporcionar la opción de aumentar una maternidad posterior con ovocito propio.

El Instituto Bernabeu es consciente de esta situación y a través de la Fundación Rafael Bernabeu asume todos los costes que suponen las sucesivas exploraciones y visitas, así como todas las técnicas que conllevan la cría y preservación de ovocitos en pacientes oncológicas.

De esta manera ayudamos a aliviar parte de las preocupaciones de estas mujeres en una fase tan difícil y ayudarlas a recorrer esta fase de la vida. Los óvulos preservados quedan en custodia hasta que las mujeres posteriormente decidan utilizarlos para ser madres para aumentar la posibilidad de conseguir descendencia con ovocitos propia.

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