
Infertilidad secundaria: causas y tratamientos
Si ya tenéis un hijo y estáis deseando tener otro, pero no llega con los métodos naturales en un tiempo prudencial, te aconsejamos acudir a un especialista en medicina de la reproducción para estudiar vuestro caso, porque seguramente tengáis una infertilidad secundaria.
Índice
¿Qué es la infertilidad secundaria?
Los problemas de infertilidad secundaria hacen referencia a todas aquellas alteraciones que aparecen tras haber concebido de forma natural un hijo previamente.
De esta manera hablamos de esterilidad secundaria cuando una pareja no logra una nueva gestación tras haber tenido un hijo anteriormente o de infertilidad secundaria cuando logra embarazo, pero éste finaliza en aborto tras haber tenido descendencia previamente.
Por lo tanto, hablaremos de infertilidad secundaria cuando, tras haber concebido un hijo de forma natural, la pareja no consigue una nueva gestación viable (ya sea porque no se embaraza o porque lo hace, pero aborta), tal como aparece en el CIE-10.
Causas de la infertilidad secundaria
Las causas de la infertilidad secundaria son frecuentemente las mismas que las de la infertilidad primaria (puesto que comparten su fisiopatología) con la característica que aparecen después de haber dado a luz un hijo.
La causa más frecuente, una vez más, vuelve a ser la edad de la pareja, y más en concreto la de la mujer. Nos encontramos ante una pareja, que seguramente consiguió su primer hijo sin dificultad a una edad ya no muy temprana (por la sociedad en la que vivimos) y es probable que deseen ese segundo hijo teniendo más de 35-38 años.
Pero a parte de eso, existen unas causas femeninas y otras masculinas (a veces mixtas) y en otras ocasiones no llegamos a determinar la causa y es lo que llamaríamos una infertilidad secundaria de origen desconocido.
Dentro de las causas de infertilidad femenina encontramos:
- Alteraciones tubáricas: son defectos anatómicos de las trompas que impiden su funcionamiento normal. Generalmente se deben a procesos infecciosos o inflamatorios como una enfermedad pélvica inflamatoria, infecciones después de un aborto, infecciones puerperales, endometriosis, hidrosalpinx… Se pueden diagnosticar con pruebas complementarias como histerosalpingografias, ecografías o endoscopias.
- Alteraciones ováricas: son alteraciones que afectan a la ovulación o a la calidad del óvulo. Pueden ser causas orgánicas como la endometriosis, una inflamación o infección, un tumor… o causas funcionales como la insuficiencia ovárica, alteraciones de la fase lútea, persistencia del cuerpo lúteo…muchas de ellas debidas a la edad de la mujer, que es más avanzada que cuando tuvo a su primer hijo.
- Alteraciones anatómicas: en este apartado incluimos las adherencias uterinas, lesiones endometriales como pólipos o miomas submucosos…
- Alteraciones de la migración de los espermatozoides: son procesos vaginales o cervicales como infecciones, inflamaciones, endometritis…que afectan a la movilidad y migración espermática.
- Alteraciones relacionadas con enfermedades sistémicas: son procesos que de forma secundaria afectan a la obtención del embarazo. Dentro de estas enfermedades encontramos las relacionadas con el tiroides, las glándulas suprarrenales, las alteraciones del peso (tanto la obesidad como la delgadez externa), alteraciones de la coagulación, el uso de drogas, tóxicos y cualquier enfermedad grave.
En cuanto a las causas de infertilidad masculina: cualquier enfermedad o proceso que pueda afectar a la producción y calidad espermática. Podemos incluir:
- La edad: aunque su afectación se produce de forma más tardía también es importante sobre todo a partir de los 50 años.
- Estilo de vida: sedentarismo o el ejercicio en exceso.
- Cirugías del aparato uro-genital.
- Traumatismos testiculares, hematomas, torsión…
- Infecciones o inflamaciones: prostatitis, orquitis, epididimitis, ETS, varicoceles…
- Tumores.
- Consumo de tóxicos (alcohol, tabaco, anabolizantes, marihuana, cocaína…), de ciertas medicaciones de forma crónica (metotrexato, colchicina, sulfasalazina…) o exposición a otros tóxicos (herbicidas, pesticidas…) o radiaciones.
- Enfermedades sistémicas: parotiditis, diabetes mellitus, esclerosis múltiple…
Soluciones y tratamientos de la infertilidad secundaria
Los tratamientos para la infertilidad secundaria son los mismos que para la primaria.
La Inseminación Artificial podría ser contemplada en una esterilidad secundaria más que en una infertilidad secundaria, siempre que la paciente tuviese las trompas permeables, fuese joven (menos de 35 años) y no hubiese ningún factor masculino. Es poco probable que en la búsqueda de un segundo hijo se den todas estas condiciones, pero se podría valorar.
Otra opción es realizar una Fecundación in Vitro (FIV) con o sin diagnóstico genético preimplantacional (PGT-A) en función de la edad de la paciente. Como hemos dicho, es probable que la edad de la pareja, en especial la de la mujer, sea mayor de 38 años y que ésta sea la causa de la infertilidad o sea un factor añadido a otras causas, de esta manera podemos identificar embriones alterados cromosómicamente y transferir los cromosómicamente sanos.
La última opción sería la donación de óvulos en los casos en la que la edad materna sea demasiado elevada o la reserva ovárica haya disminuido tanto que sea imposible obtener embriones euploides.
Además, en función de los estudios realizados al varón, se pueden aplicar técnicas de selección espermática, si así fuese necesario, para conseguir embriones de mejor calidad.
Como superar la infertilidad secundaria
Si estáis buscando un segundo hijo y lleváis más de un año intentándolo (o más de 6 meses si tienes más de 35 años) debes consultar a un especialista en medicina de la reproducción. Este es el primer paso para superar este problema que muchas veces tiene cura o solución.
En la primera consulta se hará una historia clínica prestando atención a cualquier cambio o alteración que haya aparecido y pueda ser la causa de dicha infertilidad y os pedirán las pruebas iniciales que son mismas que en una esterilidad primaria: para la mujer una ecografía y un análisis hormonal y para el varón un seminograma.
A partir de aquí, según una sospecha diagnóstica os guiarán en todas las pruebas complementarias que os debéis hacer para llegar a un buen diagnóstico y así poder realizar el tratamiento adecuado.
Experiencias reales
Me gustaría compartir con vosotros algunos casos reales que hemos tenido en la consulta:
Clara y Francisco son una pareja que acudió a nuestra clínica cuando Clara tenía 38 años.
Tenían un niño de 6 años y llevaban 6 meses buscando su segundo hijo.
A los dos años de nacer su primer hijo, a Clara le diagnosticaron enfermedad de Crohn, una enfermedad inflamatoria que afecta al intestino. Tuvo varios episodios de inflamaciones intestinales y necesitó cirugía en una ocasión.
Cuando su médico digestivo consiguió estabilizar su enfermedad y atendiendo a los deseos de la pareja, les dio consentimiento para buscar un segundo hijo. Clara y Francisco acudieron tras 6 meses de búsqueda porque, con buen criterio, sospechaban que esas inflamaciones habían afectado sus trompas.
En efecto, Clara presentaba un síndrome adherencial importante a nivel abdominal y esas adherencias habían obstruido sus trompas. Por el contrario, a sus 38 años aún presentaba una buena reserva ovárica con lo que se le realizó un tratamiento de FIV-ICSI +PGT-A.
Se consiguieron 4 Blastocistos de los cuales 2 eran sanos cromosómicamente. Se transfirió un primer embrión y se embarazó.
Hoy Clara y Francisco tienen 2 hijos sanos y maravillosos.
Otra experiencia fue la de Lucía y Juan. En su historia clínica sólo destacaba un aborto del primer trimestre que se solucionó con tratamiento médico y posteriormente, a los 33 años un embarazo espontaneo que finalizó en un parto normal con una hija totalmente sana.
Con 36 años decidieron darle un hermanito y acudieron a nuestra consulta cuando habían tenido 3 abortos más en ese intento de buscar un segundo hijo.
Tras un estudio exhaustivo no se encontró ninguna causa orgánica en ninguno de los dos (ni uterina, ni infecciosa, ni alteraciones de la coagulación, ni alteraciones espermáticas, ni cromosómicas en los progenitores…) por lo que les aconsejamos realizar un tratamiento de FIV-ICSI+PGT-A. Tuvieron 5 Blastocistos de los cuales sólo 1 embrión fue euploide. Afortunadamente conseguimos embarazo con este embrión y cumplieron sus deseos de ampliar la familia.
Dra. Judith Morraja (nº colegiado 280605876), ginecóloga especialista en medicina reproductiva en Instituto Bernabeu Madrid