Un estudio de Instituto Bernabeu concluye que no es necesario controlar con ecografías el endometrio en torno a la transferencia de embriones
2 de mayo de 2024
- La doctora Esperanza de la Torre lidera un estudio sobre el uso de este procedimiento que presentará en la próxima edición del congreso de la SEF
- “Es importante descartar aquello que no aporta valor, ya que en ocasiones se sobrecarga a las pacientes de pruebas y tratamientos innecesarios
La doctora Esperanza de la Torre, ginecóloga especialista en reproducción asistida de Instituto Bernabeu, presentará en el próximo congreso de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) los resultados de un estudio sobre la implantación embrionaria en ciclos naturales modificados.
El estudio, que se ha llevado a cabo en una muestra homogénea de pacientes que realizaron transferencia de un embrión genéticamente analizado y sano en ciclo natural modificado, tiene como objetivo principal aclarar si los cambios ecográficos que se observan en el endometrio en torno a la implantación tienen importancia en los resultados reproductivos.
A pesar de los grandes avances en reproducción asistida obtenidos en los últimos años, el mecanismo exacto por el que un embrión implanta en el interior del útero es todavía un misterio. Conocer mejor este proceso resulta un reto para los profesionales de la reproducción asistida, y todo avance podría resultar de ayuda para mejorar el cuidado de las pacientes.
Entre los posibles factores que puedan influir en que el endometrio que tapiza la cavidad uterina sea receptivo a un embrión se encuentra su aspecto y grosor en primera fase del ciclo, donde las hormonas que dominan son los estrógenos, y que parece estar relacionado con la tasa de embarazo. Sin embargo, no está claro el papel de los cambios que se observan en la segunda fase del ciclo, tras la acción de la progesterona, en concreto su reducción en grosor o “compactación”.
Los resultados preliminares del estudio, que todavía se encuentra en curso, parecen indicar que el grosor endometrial en torno a la implantación no permite predecir la tasa de embarazo ni la evolución del mismo. «Estos resultados son muy interesantes y reafirman la práctica actual de limitar los controles ecográficos a la primera fase del ciclo», ha señalado la doctora de la Torre. Además, “hemos observado que, con la preparación del ciclo natural modificado, es extremadamente infrecuente encontrarnos niveles bajos de progesterona en sangre, y que incluso en estas circunstancias no parecen repercutir en los resultados reproductivos, al contrario de lo que ocurre en el ciclo artificial».
Gracias a este estudio se podrán evitar controles innecesarios como las ecografías en la segunda fase del ciclo y, probablemente también, los controles de progesterona en sangre en el ciclo natural. «En este proceso tan incierto que es la implantación embrionaria, es importante también descartar aquello que no aporta valor, ya que en ocasiones se sobrecarga a las pacientes de pruebas y tratamientos innecesarios que solo desgastan más en el camino», ha afirmado la doctora de la Torre.